El 21 de Junio, fue un día mágico, como siempre. El día más largo del año, un día super especial para nosotros los amantes del yoga. Siempre buscamos celebrar, compartir, ilusionar, entregar un poquito de esencia de yoga para que otras personas se conviertan también en Yoga Lovers. Este año parecía que no fuéramos a ser muchos; el Xaloc, soplaba con fuerza y los alumnos iban llamando… «María estoy en la playa y hace mucho viento, tengo mucho frío, yo me voy» o «Estoy viendo como sopla desde mi apartamento y no me atrevo a bajar a la playa, es que yo odio la arena…» Buff…voy entrando en pánico, el guión de la clase, unos cuantos pareos, una botella de agua…y me largo corriendo hacia el aeroclub. Fantástico, me doy cuenta de que me había equivocado al explicarles el sitio y debían de estar todo al otro lado del chiringuito. Llega Victoria, siempre puntual, mucho más que yo…algunos alumnos que hace mucho que no veo, o veo solo a través de la cámara, se han animado a venir!! Sonrisas, abrazos…son geniales!! Se puede ser más afortunado? Es posible que con ese día de café con leche y mantita, se hayan atrevido a venir y ser soplados por el huracán? Pues fue que sí! Allí hicimos nuestro círculo de alumnos veteranos en el exterior y los otros entremezclados con la gente bendita que trajo a sus amigos, parejas, familiares a probar nuestro yoga con semejante weather!! A pesar del viento, a pesar de la arena que llenó nuestras orejas y nuestros pareos, a pesar de no escuchar nada y de hacer el teléfono estropeado con la postura íbamos a hacer, no faltaron las sonrisas, los abrazos y la buena voluntad. Os agradezco infinito vuestra presencia, vuestro apoyo y vuestro cariño. Todo es posible gracias a vosotros. Gracias infinitas Oscar, por tu positividad y super cooperación para hacer este vídeo. Nos sentíamos los dos como unos auténticos guerreros luchando contra la corriente (de aire), nuestras zancadas y miradas eran de una complicidad absoluta. Ahí tenemos el resultado. Mucha magia, que inspira a practicar yoga y a dejarse limpiar por el viento, el mar y los abrazos.